Establecer una zona de descontaminación: establecer una zona de descontaminación designada es crucial para garantizar la eliminación segura y eficaz de sustancias peligrosas de trajes químicos completamente cerrados . Esta zona debe ubicarse en el punto de salida del área contaminada y configurarse de acuerdo con las pautas reglamentarias, como las proporcionadas por OSHA o la Agencia de Protección Ambiental (EPA). La zona debe estar bien ventilada, con señalización clara y barreras para impedir el acceso no autorizado. Debe incluir múltiples etapas, desde el enjuague inicial hasta la retirada completa del traje, y estar equipado con las herramientas necesarias, como mangueras de agua, pulverizadores, agentes neutralizantes, materiales absorbentes, cepillos y recipientes de contención para recoger el agua contaminada. Deben existir sistemas de contención adecuados para evitar que las sustancias químicas peligrosas se propaguen al medio ambiente, y todo el personal que ingrese a esta área debe usar equipo de protección personal (EPP) adecuado para evitar la exposición.
Enjuague inicial: La primera etapa del proceso de descontaminación es un enjuague inicial minucioso para eliminar los contaminantes de la superficie. Utilizando una manguera o rociador de agua controlada a baja presión, el traje se enjuaga de arriba a abajo, prestando especial atención a las áreas de alta exposición como el pecho, los brazos y las piernas. El agua utilizada para este enjuague debe dirigirse a un sistema de contención para evitar la contaminación cruzada del área circundante. Este enjuague inicial diluye y elimina la mayor parte de los contaminantes de la superficie, lo que reduce la carga química general antes de proceder a una limpieza más intensiva. Es importante evitar el uso de mangueras de alta presión, ya que esto puede introducir contaminantes en las costuras del traje o a través del material, comprometiendo la integridad del traje.
Aplique un agente limpiador o neutralizante: una vez que se completa el enjuague inicial, es necesaria la aplicación de un agente limpiador o neutralizante específico para el peligro químico encontrado. Diferentes productos químicos requieren diferentes soluciones de limpieza, por lo que es fundamental elegir el agente correcto según el tipo de sustancia a la que ha estado expuesto el usuario (por ejemplo, alcalino para ácidos, ácido para bases). La solución limpiadora debe aplicarse uniformemente sobre el traje, prestando especial atención a las costuras, cremalleras, puños y otras áreas de alta contaminación. Dependiendo del producto químico involucrado, es posible que la solución deba reposar durante un período prescrito para neutralizar o descomponer eficazmente el material peligroso. Esta etapa garantiza que se neutralicen los productos químicos residuales que no se eliminaron durante el enjuague inicial, lo que reduce el riesgo de exposición continua.
Limpieza mecánica: en los casos en que los contaminantes se adhieran fuertemente a la superficie del traje o queden atrapados en áreas de difícil acceso, puede ser necesaria una limpieza mecánica con cepillos, esponjas o paños. Este paso ayuda a desalojar los residuos químicos de las superficies texturizadas o los pliegues del material. Al realizar la limpieza mecánica, se debe tener cuidado para no dañar el material del traje o comprometer los sellos en puntos críticos, como alrededor de las cremalleras o las juntas. El proceso de limpieza mecánica es especialmente importante para eliminar sustancias viscosas o aceitosas que no se eliminan fácilmente solo con agua.